La Historia

Les presentamos una bella historia de raíces coloniales que nos remite a la época de los “Americanos”, aquellos aventureros incansables que a lo largo del siglo XIX cruzaron el Atlántico para escribir su propio destino. Solo los que regresaron prósperos y ricos fueron considerados verdaderos herederos de esas hazañas.

Salvador Bofill Doménech, hermano del capitán y armador Benet Bofill Doménech, había llegado a la ciudad cubana de Matanzas desde Lloret de Mar en busca de fortuna. Allí, en la céntrica calle Magdalena, junto al Palacio de Junco, ejerció el oficio de sastre y conoció a la joven Leonor con la que se casó en el año 1858. Leonor era descendiente de la ilustre familia Delamar, criolla de linajes y antepasados franceses que llegaron a América a principios del siglo XVIII. Los Delamar formaban parte de las elites comerciales e industriales que se consideraban nobleza indiana y fundadora de la Isla.

En el año 1874 nació la figura que nos reúne en este viaje por el pasado, María Bofill Delamar. Con apenas seis años de edad abandonaría Cuba para ser educada en la Metrópoli y así mantener el vínculo familiar con la tierra natal de su padre Salvador. El espíritu aventurero de su padre nunca abandonaría a María ni a las siguientes generaciones. La pequeña fortuna que administró María sirvió de semilla a sus descendientes para prosperar en el sector turístico de los años 50.

Décadas más tarde el legado de María Bofill Delamar renace de la mano de sus bisnietos, la familia Frigola, en un nuevo hotel levantado en una antigua finca de su propiedad. Serán las paredes de este establecimiento las que nos transmitan la pasión y el recuerdo de un pasado. La fusión de la brisa mediterránea con la caribeña. La herencia de toda una vida es el lugar donde empieza una nueva historia. El Hotel Delamar les invita a formar parte de ella.

Bienvenidos al Delamar

Hotel Delamar

María Bofill Delamar

Matanzas 1874

Lloret de Mar 1956